Los científicos convierten el cadáver de una araña en un "robot zombi"

Los científicos convierten el cadáver de una araña en un "robot zombi"

Los científicos han encontrado una forma de manipular arañas muertas como un brazo robótico para levantar objetos pesados.

En un nuevo estudio, los ingenieros mecánicos de la Universidad de Rice han encontrado la forma de convertir los cadáveres de las arañas en una pinza mecánica. Y pueden incluso recoger objetos más grandes que ellas mismas. A estas arañas zombis las llaman "Necrobóticas".
Daniel Preston, de la Escuela de Ingeniería George R. Brown de la Universidad de Rice, dijo:
"En algunos casos, las arañas postmortem son la arquitectura perfecta para las pinzas a pequeña escala de origen natural".

Los científicos convierten el cadáver de una araña en un

La carcasa de la araña se activa para recoger objetos.

Los ingenieros utilizaron arañas lobo para su investigación. Se trata de una araña que puede levantar objetos más pesados que el 130% de su peso corporal. Y básicamente, las arañas utilizan la presión sanguínea como una forma de hidráulica para mover sus extremidades. Hay una cavidad cerca de su cabeza, llamada cámara prosoma, que se contrae para llevar la sangre a las extremidades, forzando a sus patas a expandirse, y cuando la presión se reduce, las patas se contraen.

Y es por eso que cuando las arañas mueren, su corazón deja de latir, la presión desaparece y se enroscan en una bola. Y los científicos han unido este sistema de presión natural con una jeringa llena de aire para formar un práctico brazo robótico.

Los científicos convierten el cadáver de una araña en un

Una ilustración que muestra cómo los ingenieros mecánicos de la Universidad de Rice convirtieron arañas muertas en pinzas robóticas que agarran objetos cuando se activan mediante presión hidráulica.

"Este campo es muy emocionante porque estamos utilizando materiales y sistemas de transmisión no explotados anteriormente", afirma el profesor adjunto Daniel Preston. Y según Preston, las aplicaciones potenciales de la investigación futura incluirán áreas como el ensamblaje microelectrónico.

Los resultados mostraron que las carcasas de las arañas lobo eran sorprendentemente duraderas. Pueden pasar por unos 1.000 ciclos de apertura de patas antes de que las articulaciones empiecen a fallar. E incluso este problema podría resolverse simplemente añadiendo un recubrimiento de polímero para evitar la biodegradación.

Y otra cosa interesante es que cuanto más pequeña es la araña, más puede levantar su propio peso.