El personal médico femenino ocultó en silencio el dolor de "una vida reprimida". La pandemia la ha convertido en una "héroe", rodando hacia el corazón de la enfermedad sin miedo ni arrepentimiento. Para ella, dar es una forma de vida. Aunque el trabajo es difícil y agotador, todavía se cuida a sí misma y a su familia, por lo que su belleza es cada vez mejor.
En esta batalla entre lágrimas, ella siempre tiene sus propias creencias para motivarse.
Con una mujer general como ella, ante las dificultades, siempre elige confrontar, no huir.