Inmortal por la tecnología: ¡Revive a los muertos con clones de IA!

Inmortal por la tecnología: ¡Revive a los muertos con clones de IA!

A medida que se desarrolla la tecnología de la IA, es posible crear clones de los muertos para que vivan, charlen con sus seres queridos o incluso dirijan una empresa.

¿Y si Abraham Lincoln pudiera hablar hoy ante el Congreso? ¿O si el bisabuelo de una familia pudiera ocuparse de las tareas domésticas con sus descendientes?

Inmortal por la tecnología: ¡Revive a los muertos con clones de IA!

Ilustración de una simulación humana creada por la tecnología. (Foto: Chase Voorhees/Wall Street Journal)

Los investigadores y las empresas están empezando a pensar en cómo la inteligencia artificial (IA) puede crear réplicas de los fallecidos, no copias estáticas sino entidades digitales vivas capaces de conversar con sus familiares e incluso de participar en la gestión de la empresa.

Muchas startups se anticipan a la creciente necesidad de personas digitales y desarrollan programas para satisfacerla. Algunos ejemplos son Replika, una aplicación con capacidad para imitar a una persona en forma de chatbot (aplicación de chat), y HereAfter AI, que registra las historias de vida de las personas y las utiliza para crear una copia integrada en un altavoz inteligente.

Incluso los gigantes tecnológicos parecen reconocer su potencial. A finales de 2020, a Microsoft se le concedió la patente de un método para crear un chatbot que imita a una persona concreta que existe en el pasado o en el presente. Ejemplos: Amigos, familiares, conocidos, celebridades, personajes de ficción o históricos.

Benefíciese de los personajes digitales inmortales

Los personajes digitales existen en muchas formas, desde los chatbots y la mecatrónica hasta las proyecciones que pueden moverse y hablar como la vida. La IA suele desempeñar un papel fundamental en la construcción y el entrenamiento de estos personajes para que interactúen con los humanos.

Las proyecciones de hologramas de artistas musicales fallecidos, como Roy Orbison y Tupac Shakur, se presentaron en el escenario hace varios años. En 2020, el canadiense Joshua Barbeau, de 33 años, utilizó un sitio web llamado Project December para crear un chatbot que simulaba a su prometida fallecida, Jessica Pereira, y charlaba con ella.

A medida que los personajes digitales se hacen más reales, pueden aprender y evolucionar más allá de la muerte del original, adaptándose a nuevos acontecimientos. Eso hará que el personaje digital sea inmortal, no sólo conservando la personalidad, sino también continuando la vida en forma virtual.

Inmortal por la tecnología: ¡Revive a los muertos con clones de IA!

Fotos de Joshua Barbeau y Jessica Pereira en un marco de fotos en la casa de Barbeau. (Foto: Chloe Ellingson/San Francisco Chronicle)

Estas figuras inmortales pueden seguir interactuando con la familia, los amigos y los descendientes mucho después de su muerte, y proporcionar información para la investigación histórica y genealógica. También pueden utilizarse en naves espaciales que exploren el espacio con la capacidad de volar más lejos y durante más tiempo que cualquier humano normal, según declaró David Burden, director general de la empresa británica que fabrica el chatbot-Daden, al Wall Street Journal.

Burden afirma que las personas vivas pueden utilizar una copia digital de sí mismas para enviar correos electrónicos y chatear con sus colegas, y así hacer más cosas. O utilizar clones para que les sustituyan cuando estén de vacaciones. También señaló la posibilidad de que un director general como Elon Musk quiera utilizar un personaje digital para gestionar la empresa después de su muerte.

"Es posible que los fundadores de organizaciones y empresas no quieran realmente ceder el control. Así que, ¿por qué no potenciar algo que siga haciendo crecer el negocio en la dirección que le convenga?" dijo Burden.

Los inconvenientes de la resurrección

Los personajes virtuales no son clones perfectos porque a menudo se basan en palabras, artículos, publicaciones en redes sociales y muchas otras fuentes que no representan necesariamente la verdadera naturaleza de una persona. Los personajes digitales creados con IA no tendrán conciencia.

La sociedad puede enfrentarse a cuestiones sobre quién es el propietario del avatar de una persona fallecida y qué ingresos genera. ¿Qué derechos deben tener los personajes virtuales? ¿Su existencia significa que la gente no llorará del todo la pérdida del amigo o del ser querido al que emulan?

Los personajes virtuales también pueden crearse sin el permiso de la persona original o ser completamente desconocidos, siempre que haya suficientes datos públicos para entrenar a la IA a imitar a la persona. Los personajes del pasado pueden revivir, les guste o no.

Las réplicas de alta calidad de celebridades o políticos pueden ayudarles a influir en los acontecimientos futuros y dar forma al mundo, incluso después de su muerte. Davide Sisto, filósofo de la Universidad de Turín (Italia), espera que no ocurra que un político tenga un clon virtual y siga gobernando indefinidamente tras la muerte de la persona original.

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Los personajes digitales pueden causar muchos problemas en el mundo real. (Foto: Pinkeyes)

Otra cuestión es quién es el responsable del comportamiento del personaje digital, especialmente si tiene consecuencias negativas. Los expertos en IA responden a este enigma con dos enfoques principales. En primer lugar, la responsabilidad recae en quienes participan en el diseño y desarrollo de los sistemas de IA si lo hacen de acuerdo con sus preferencias y visión del mundo. En segundo lugar, los sistemas de aprendizaje automático dependen del contexto, por lo que la responsabilidad ética de su comportamiento debe distribuirse a cada agente que interactúe con ellos.

Sara Suárez-Gonzalo, investigadora postdoctoral de la Universidad Oberta de Catalunya (España), se inclina más por lo primero. En el caso del chatbot de Jessica, los interesados fueron la empresa de investigación de inteligencia artificial OpenAI y los programadores Jason Rohrer y Joshua Barbeau. El sitio web del Proyecto Diciembre, desarrollado por Rohrer, se basa en el GPT-3, el modelo de lenguaje generador de texto de OpenAI.

Suárez-Gonzalo dijo a The Conversation que es difícil responsabilizar a OpenAI porque la empresa prohíbe explícitamente el uso del sistema con fines sexuales, eróticos, de autolesión o de acoso. Mientras tanto, Rohrer y Barbeau tendrán que rendir cuentas.

Cuidado al crear copias digitales

Puede pasar mucho tiempo antes de que se generalicen las copias verdaderamente convincentes. Una simulación de Maggi Savin-Baden, profesora de la Universidad de Worcester (Reino Unido), creada en 2020. Este personaje digital consiste en una cabeza y unos hombros con una voz que emana de un chatbot.

Savin-Baden pidió a personas del mundo profesional y que no lo conocían que intentaran interactuar con el clon y también con la persona real. El resultado fue que no todos se dejaron engañar. "Dicen que algunas partes son realmente como yo, pero otras no lo son en absoluto", dijo.

Según Suárez-Gonzalo, el desarrollo de una versión digital de los muertos debe cumplir ciertas condiciones. En primer lugar, tanto la persona a la que se imita como la que personaliza e interactúa con la réplica deben aceptar voluntariamente una descripción lo más detallada posible sobre el diseño, el desarrollo y el uso de la réplica. En segundo lugar, se prohíbe el desarrollo y uso que no se ajuste a lo acordado por el modelado o que sea contrario a su dignidad. En última instancia, quienes participen en el desarrollo del clon y quienes se beneficien de él deben responder de las posibles consecuencias.