China fabrica anteojos que se ven a través de la ropa! A los chicos les encanta esto

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Un equipo de científicos chinos ha desarrollado un detector microscópico que puede ver a través de la ropa o de algunos materiales de cartón y papel.

Según la investigación publicada en la revista Advanced Materials, el efecto de las gafas es similar al de la visión de rayos X de Superman en la historia, pero más seguro para el usuario.

El South China Morning Post informó el 14 de diciembre de que la principal característica distintiva de las gafas es que se basa en una forma alternativa de radiación, que puede penetrar en materiales no conductores, excepto el agua o los metales.

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La radiación de rayos X emitida es demasiado fuerte y tóxica, y puede causar mutaciones celulares, lo que conduce al cáncer. En cambio, los terahercios o rayos T tienen una gran longitud de onda en el espectro electromagnético, situada entre la radiación infrarroja y la de microondas. Son más débiles que los rayos X y, por tanto, más seguros.

Los científicos llevan décadas estudiando las radiaciones de terahercios. Pero los equipos utilizados para detectarlas son engorrosos, a veces ocupan una sala entera, y requieren muchos técnicos para realizar operaciones complejas.

El dispositivo con el sensor debe mantenerse en un entorno extremadamente frío. Cuando la radiación entra en contacto con estos sensores, perturba algunos de los átomos y libera calor. Pero la cantidad de calor generada es tan pequeña que sólo puede detectarse en entornos extremadamente fríos.

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Las gafas de rayos T pueden utilizarse para detectar armas en las multitudes. (Foto: Sam Tsang).

El equipo dirigido por el profesor Huang Zhiming, del Instituto de Ingeniería Física de Shanghai (China), adoptó un enfoque diferente. Crearon una "trampa" para capturar los rayos T, utilizando un semiconductor intercalado entre dos placas metálicas. Cuando la radiación incide en la fina película, crea una onda electromagnética asimétrica. Esta onda atrae entonces a los electrones de la placa metálica para crear una corriente eléctrica.

Esta forma de radiación no se puede medir digitalmente con un contador electrónico. Existe en frecuencias muy altas del espectro electromagnético, lo que lleva a los científicos a utilizar mediciones indirectas. En este caso, al medir la corriente emitida, el equipo pudo utilizar algoritmos fijos para construir modelos precisos de los rayos.

Según Huang, el avance de este detector es que tiene el tamaño de un grano de arroz y puede acoplarse fácilmente a un dispositivo móvil o integrarse en unas gafas inteligentes. Tiene la misma sensibilidad que las máquinas del tamaño de una habitación, pero es 1.000 veces más rápido. La velocidad es importante porque hay un retardo entre el momento en que los rayos golpean el sensor y la corriente generada. Una menor latencia facilita una vigilancia mejor y más precisa.

Huang predice que habrá que esperar al menos otra década para que salgan al mercado las primeras gafas de rayos T, debido a las dificultades técnicas, entre ellas el dispositivo fuente. Para penetrar en el tejido, las gafas deben emitir un haz similar al de un radar para que las ondas electromagnéticas puedan rebotar y ser detectadas.

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Actualmente, los científicos no han podido encontrar un dispositivo fuente lo suficientemente pequeño como para integrarlo en un objeto portátil. También tienen que lidiar con el problema de la energía, ya que generar rayos T requiere mucha energía, más allá de la capacidad de la batería de un smartphone.

Aun así, Huang es optimista sobre el futuro de la tecnología, en parte por su potencial para el uso militar. Con un dispositivo fuente suficientemente potente, los rayos T pueden utilizarse en sistemas de radar para detectar aviones furtivos, o aplicarse en satélites militares para transmitir grandes cantidades de datos.

Huang afirma que los radares de rayos T pueden "ver" objetos hasta un kilómetro de distancia con buen tiempo. Espera que este alcance se amplíe aún más en el futuro.